Y yo, que era de esas que andan siempre apuradas, me convertí en las nostálgicas que recapitulan el año que pasó y hacen listas de objetivos para el año siguiente.

OK Go - WTF? from OK Go on Vimeo.



Si bien el tema no es el mejor de la banda, me pareció copado el video. (Y el look del cantante también, obvio)
Hay cosas que no tienen matices. Son blanco o negro, así o asá.
La siesta, es una de ellas: te renueva y te deja fresco o te quedás tarado y peor que cuando te acostaste.



FATAL que toda música que escuché durante el día, me haya remitido a cierta gente. Cambié de disco y siguió sucediendo; aparecieron por lo menos cinco personas distintas en la cabeza... Hoy tengo la memoria ON FIRE.
Hoy me picó el bichito feminista y jugué un rato a The Trivial Pursuit Experiment
Consiste en una versión competitiva del consagradísimo juego, pero esta vez es Mujeres Vs. Hombres. Recomiendo.


¿Y adivinen quién va ganando? La respuesta es más que obvia...
Le pedí a mi gata que no caminara arriba de los dibujos.

Pero no me escuchó.

De hombres, mujeres y cajones

Los hombres y las mujeres nos diferenciamos en muchas cosas.
Los hombres tienen la mente ordenanda en cajones. Pueden así, abrir un cajón, hablar sobre un tema específico, agotarlo y cerrar el cajón. Y ahí, terminó la cuestión.
Las mujeres, de manera opuesta, tenemos en la mente un mar de temas infinitos, relacionados, mezclados, cruzados, superpuestos unos con otros. Como hilos enredados, no se entiende dónde empieza uno, dónde termina el otro. Trenzados todos los ítems entre sí, podemos hablar sobre un tema y terminar conversando sobre cualquier otro.


Para más información sobre las diferencias entre hombres y mujeres, recomiendo éste útil libro.


No quiero ser ese tipo de blog que se basa en contenido de otros blogs, pero TIENEN que ver esto.

Por un par de semanas, ese grupito de personas ocupa tu cabeza. De a ratos los pensás, de a ratos querés saber más sobre ellos, y hacés lo posible por saciar la curiosidad.
Letra por letra, absorbés y te nutrís de ellos. Te empapás con sus historias, y nunca es suficiente. Los lees todos los días, en cada viaje en colectivo, en cada rato libre, pero nunca alcanza el tiempo. Querés saber todo y a la vez no, todavía no. Confuso, still adrenalínico.

¿Y después? Me dijo alguien: nada como el vacío al terminar un libro.