Nos empeñamos en hidratarnos. Estamos hechos de agua casi íntegramente. Nos bañamos todos los días (al menos la gente normal). Nos gusta ir al mar o al río. Si, buscamos agua en todos lados.



Ahora, llega Santa Rosa y no queda nadie sin putear a la lluvia y los cuatro vientos.













(¡Lluvia de corazones!)
HAY VECES QUE hay que parar de aplicar las reglas clásicas y decir la verdad: no soy yo, sos vos.
Top 5 de cosas que dan FIACA:

1) Agarrar el cartón de leche y que queden DOS gotitas.
2) Tener que subir las escaleras mecánicas de algún lugar caminando, porque no andan (Los escalones son re altos)
3) No hay agua caliente y la elección está entre no ducharse, o ducharse con agua helada. (La obse de la higiene (A.K.A yo) se ducha con agua helada).
4) Hacer la cama los domingos.
5) Buscar hielo y que las cubeteras estén guardadas en el freezer, pero vacías (¿Quién hace esas cosas?)


Uno de yapa: olvidarme el cargador de la compu en casa, querer usarla y que quede 4% de batería.
Hay que ir a comprar la comida del gato.
UUUUUUUY MAMÁA que coma kanikama!
No Cantobar, le hace mal. Tenés que ir y comprar.

Bueno y esto es, la producción artística-lingüística que surgió espontáneamente, en el camino a comprar la comida del gato.

Amanda Ana la bastarda bataclana, arrastra la bata ya gastada, blanca a rayas anaranjadas hasta la baja cama.
Cada mañana, Amanda Ana la bastarda bataclana, amarra la caña a la chacra. La vaca canta "la la lá, sarababá", Amanda Ana la calla.
Capataz Amaya! Aclama Amanda Ana. Capataz Amaya!





Las chicas largas llegamos a tal punto de lime que

fantaseamos con la idea que nuestros psicoanalistas sean pareja.


Si, cualquiera.
Cosas que no entiendo.

POR QUÉ el bonobon ya no sale 0.25 centavos.
POR QUÉ abrís tan mal el sachet de leche y se vuelca todo.
POR QUÉ me aburro tan rápido.
POR QUÉ hay un sólo mes al año que no hace ni frío ni calor.
POR QUÉ hay que saludar a los vecinos.
POR QUÉ los mozos te sirven la Coca cuando te la traen.
POR QUÉ faltan monedas.
POR QUÉ existen las bocinas.
POR QUÉ sigo teniendo la calculadora científica en el escritorio, si nunca más voy a usarla.
Me gustaría poder filtrar cosas.

Por ejemplo:
Filtro la palabra 'calor' o 'santa rosa'.
Y cuando alguien lo dice en una conversación yo ni lo escucho.

Me harrrrrrrrtan las conversaciones de ascensor, loco.
Como lo que hacemos en este blog es limar, no escribir...
ahora les recomiendo este disco


Más que recomendar, TE OBLIGO A BAJARLO.

La radio está re buena, besito.


Me parecía que la idea de lavarropas prestaría a confusión, amiguita cantobar.


Aclaro:
un lavarropas da vueltas,
y un lavarropas lava mucha ropa por día.














Así está mi cabeza de quemada.
Mi cabeza these days se parece a un lavarropas.
No paran de aparecer cosas.

A veces pienso que viviendo en las nubes pensaría menos.
No estaría tan alerta de TODO.


No me hables, no quiero saber.

(Pero Uds., señores lectores están invitados a hablarnos en nuestros brand-new comments!)
En una mesa con amigos en un bar lleno de flores y animalprint.
Habíamos estado jugando al BLEF una hora y un poco más y los dos vasos de cerveza, mi no-habitualidad a tomar alcohol y el ya conocido es que me están creciendo los brazos, hicieron que el tercer vaso cayera (lleno) sobre la mesa y empapara las cartas que no nos pertenecían y algún que otro pantalón cercano.
Así, de manera azarosa y aleatoria, porque podría haberme tocado cualquier otra pregunta del juego de mesa (que tenía confusas reglas) La Guerra de los Sexos, me vengo a enterar que Arturito, personaje de Starwars habría de llamarse en realidad R2D2.
Información que a CaféConcert ha de parecerle poco certera, pero que yo, CantoBar, creo fervientemente.



Mejor probar, que no hacer nada. Está claro.
Sino, ¿Qué? ¿Quedarse ahí de bracitos cruzados te parece una buena opción? Vas a pensar todas las noches antes de irte a dormir: '¿Qué hubiera pasado si...?'
No, no, pibita. No te lo permito, bajo ningún concepto.

Te ponés las pilas, vas, y lo hacés.
Jugate (conmigo)
Algo así como poner la mente en blanco.

Eso, eso busco.
Por un rato al menos.

¿Vos también te das cuenta? Cada uno está en lo suyo. Aisladísimos. Todos, y cada uno de los que conozco, no hay excepción.
Es lógico, ponele.
Podemos poner mil excusas y motivos; inventar pretextos y muchas más cosas.
Pero no se si sirve.

A fin de cuentas, yo estoy igual que ellos, ¿No?

Imaginatelo, leyendo esta nota del NY Times.
Tengo cada día más preguntas.
Y menos respuestas.


¿Me acostumbro?
cuando te cantan el feliz cumpleaños, A DÓNDE MIRÁS?
Es hablarte y saber que no me vas a contestar. O peor. Saber que me vas a contestar y eso, eso es terrible.
También es como subirme al colectivo y saber que me voy a tener que bajar dentro de un par de calles porque, voy a volver a eso que hago y vos también vas a volver a eso que hacés; estos 20 minutos que se convirtieron en 8 se me pasan como pestanear.


Hay días que me olvido de las uñas, de vos hablándome, de todo lo que (nos) pasó y me acuerdo de cosas que a la distancia me hacen reír.

A ver si la cortamos con los desencuentros.
Hay cosas que nos gustan, pero nos gustan en esa medida exacta. No al por mayor. No quiero de más, dame lo justo. Ni mucho, ti tan poco. Exactamente lo justo. Llamame pero no me llames tanto, decime cosas lindas pero no te vuelvas un chicle, hacete desear pero tampoco te alejes.

Si fueras a la fábrica de Bagley, no comerías galletitas nunca más. Imaginate una olla grande como una casa, llena de masa caliente revolviéndose de manera circular. Después la máquina vuelca la masa pegajosa en miles y miles de moldes.

Si visitaras la fábrica de Sugus, tampoco comerías caramelos nunca más. Imaginate ahora líquido caliente azul, rosa, amarillo, violeta y fucsia batiéndose por separado, después puesto en moldes de cuadraditos hasta enfriarse. El olor concentrado a azúcar, mezclado con el agrio del ananá, la frutilla, el limón, la uva y la frambuesa.

No.
Por eso, mejor midámosnos.
Hay veces que crees ver todo, pero te falta ver algo.

Che estás bien?
sí.. por?
No sé, tenés una cara...
Llega, se acerca. lo ves de cerca, cada vez más de cerca (inserte aquí asociación libre que pocos entienden).
Y ya está: admitiste. al fin.

Cuesta, y creeme que se que cuesta, porque estuve ahí. o algo así. ¿Lugares compartidos le dicen?



Pasó a tener una importancia que antes no tenía.
Si, te entiendo. A veces se siente como de vida o muerte.
Y en realidad NADA que ver.