Cuando nacemos nos dan un guión. Piba, vos tenés que decir esto y esto, hacer tal y tal. No parece muy complicado, al menos durante los primeros años, cada niñito define su forma de ser, su manera de actuar, esas cosas. Pasan los años y seguimos en ese mismo plan: respetar lo que nos dijo aquel señor que repartía guiones. Acordate que vas a tener que ser así toda tu vida eh. Para cuando el niñito llega a la adultez, se sabe el guión de memoria, y peor: se ha transformado en una rutina. Es casi imposible que cambies este guión eh. No trates, no se puede. Como si fuera un ciclo de comportamiento, que empieza y termina, empieza y termina, empieza y termina.
La pregunta acá es si esto nos pasa a todos, y si sin darnos cuenta, somos parte de un loop infinito. A mi me parece que si.

No hay comentarios: