Llega tarde a la clase y se sienta en la primera fila. Es el único que elije la primera fila. Lo que no se entiende es si lo hace para mostrarse o si realmente no se da cuenta. Se instala con su computadora, apoyada en su panza cervecera. De tanto vegetar, creo que ya le está creciendo una joroba. Si tiene un día bueno se sienta y recorre Olé Online sin molestar; pero si durmió mal el día anterior, no duda: se saca los zapatos y, medias agujereadas de por medio, se acomoda cómodamente con los pies en la silla de al lado. Está en todos lados menos acá.

La profesora si bien lo ve, porque lo tiene enfrente, no le dice nada. Miralo, tan sinvergüenza. Y yo, más avergonzada ajenamente que nunca.

2 comentarios:

Dan dijo...

Eso es envidia del pene (?)

Dan dijo...

Nunca supe si es "del" o "al".